martes, 30 de junio de 2009

Dar una clase.





Son varias imágenes en las que aparecemos Nereida y Patricia dando una clase de una hora en la asignatura de Enseñanza en las Artes Visuales.
Lo primero que hicimos, como íbamos a dar una clase sobre los lugares y los no lugares fue el cambiar el lugar dónde la impartiríamos. Nos fuimos al final de la clase y después los alumnos nos contarían cual había sido su impresión y su sensación ante esa demanda.
Aquí aparecen a continuación lo que los alumnos escribieron:

Comentarios de los alumnos ante el cambio de lugar:


Responder a la pregunta ¿ dónde ?

es decir “en qué lugar”

A partir de ahora me

va a costar más contestar a esas cuestiones.


He sentido una sensación de bienestar,

de mayor recogimiento, protección.


Me ha gustado mucho porque

me ha producido emoción por la novedad,

curiosidad.

Le da a la clase otro color, otro ambiente

y eso hace que las ideas circulen

de forma diferente.

Gracias¡


Intriga, inquietud, relajación

frente a la actividad por salir

del asiento del pupitre habitual.


Me he sentido extraño con un nuevo

compañero al lado. Pero poco a poco

me he ido adaptando¡


Me parece una buena idea, sobre todo

porque me ha hecho sentir con el cambio bien y

conseguir un estado mental diferente

a la vez que positivo.


Me he sentido más a gusto porque

estábamos más juntos, nos cobijábamos unos con otros.

Las profes son guays y detrás se está bien.


El cambiar de sitio me ha creado expectación al no saber el porqué cambiábamos de asiento.

¡que nervios¡ ¡a ver quién se sienta al lado¡



Confusión.



Diversión, cambio.


Inseguridad.


Extrañeza, un desarraigo temporal que favorece la expulsión de emociones que quizás se encuentren ocultas en estado normal.


He sentido extrañeza, he intentado buscar una razón por la que nos hemos ido a otro sitio de clase.



























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